«Que viene el coco» o el mal uso del miedo
(extracto de un artículo encontrado en www.solohijos.com)
Los niños, como cualquier persona, evitan acercarse a aquellas situaciones que les dan miedo. Su imaginación es, durante esta edad, una máquina muy potente. Por eso es tan efectivo utilizar el miedo para evitar una conducta que no se desea.
Nuestro hijo, bajo la amenaza del coco, el cuarto oscuro, el hombre del saco o la bruja pirula, se comportará como un santo. Pero ¿sabemos realmente lo que estamos haciendo? Muchos padres utilizan la técnica de «meter miedo» para que sus hijos se comporten de una determinada manera. Pero es muy diferente explicar que hay cosas peligrosas que no deben hacerse, que utilizar y crear miedos para controlar la conducta de los hijos a lo que los padres desean. Y eso no está bien.
El recurso al miedo para controlar el comportamiento infantil es una práctica educativa muy inadecuada y peligrosa. Funciona al momento, pero a largo plazo puede desarrollar problemas muy serios: fobias, ansiedad y angustia que pueden no superarse nunca. De la misma manera, los castigos no pueden ser generadores de miedos. Nunca debemos castigar a nuestro hijo haciéndole pasar un mal rato como el de enfrentarle a algo que le dé miedo.
Enseñar con miedo genera niños inseguros
(Extracto de un artículo publicado en www.vanguardia.com/historico/44423-ensenar-con-miedo-genera-ninos-inseguros)
Había una madre que no conseguía que su hijo pequeño regresara a casa de jugar antes del anochecer. Para asustarlo le dijo que había unos espíritus que salían al camino tan pronto se ponía el sol. Desde aquel momento, el niño ya no volvió a retrasarse. Pero cuando creció, tenía tanto miedo a la oscuridad y a los espíritus que no había manera de que saliera de noche.
Entonces, su madre le dio una medalla y lo convenció de que mientras la llevara consigo los espíritus no se atreverían a atacarlo.
El muchacho salió a la oscuridad bien asido de la medalla. Su madre había conseguido que, además del miedo que tenía a la oscuridad y a los espíritus, se le uniese el miedo a perder la medalla.
Anthony de Mello, un reconocido autor de diversos libros con enseñanzas espirituales, recopiló esta historia que muestra que enseñar con miedo sólo consigue que los niños crezcan inseguros.
En algunas ocasiones los padres advierten a los niños que si no obedecen o si no se portan bien, «el coco se los comerá» o «la bruja se los llevará».
Aparentemente esta es una salida eficaz para conseguir lo que se quiere del niño, pero a largo plazo no es la mejor.
Infundir miedo o terror en los niños puede resultar una aventura peligrosa, advierte la sicopedagoga Carmen Velasco.
Cuando los niños no tienen suficiente madurez como para entender que lo que les asusta no es real, se les causa angustia y se sienten vulnerables, comenta la especialista. Según Velasco, un sentimiento de terror en la infancia puede ser muy difícil de superar.
El niño puede volverse temeroso, lo que le causará inseguridad y por esto le será difícil superar obstáculos, comenta.
Es comprensible que los padres sientan que en determinado momento asustar al niño es el único recurso para conseguir un buen comportamiento, pero es importante tener presente que si el niño es muy pequeño, es posible que estos terrores se conviertan en una incapacidad para desarrollarse felices dentro del mundo.
Existen otros casos en los cuales el terror no sólo se utiliza para obtener un buen comportamiento, también para alejarlos del peligro.
Para Erika Córdoba, Fonoaudióloga y madre de un niño de 10 años, los peligros a los cuales se verá enfrentado su hijo es un tema muy difícil de manejar.Cuando son bebés es todo mas fácil porque están absoluta y completamente bajo nuestro cuidado, aunque demanden de más atención.
Trato siempre de que mi hijo tome conciencia y se cuide mucho de los extraños, siempre le recomiendo:nunca te separes del grupo, no hables con extraños, desconfía de lo que no conoces, cuenta Erika, quien precisa que su inquietud apareció cuando una colega suya le hizo una reflexión: si continuaba hablando a su hijo de todos los peligros, sólo conseguiría que creciera como una persona insegura y temerosa.
Tal vez tenga razón mi colega, pero es difícil hacer que un niño sea seguro de si mismo y a la vez malicioso para que sepa cuidarse, puntualiza Erika.
La psicopedagoga Carmen Velasco asegura que lo importante es explicarle al niño que existen peligros en el mundo pero que puede protegerse utilizando unos determinados protocolos de seguridad que los padres deben enseñarles.
Según la experta, los niños entenderán que sus padres confían en ellos, en sus capacidades y se sentirán más conectados e impulsados a contar las situaciones en las cuales ven amenazada su integridad.
Sol, Servicio y Orientación al Latino
«El sol brilla siempre dentro de ti»