Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a superar eventos traumáticos

marzo 25, 2011

(Texto elaborado por el personal de la línea telefónica en inglés de Tokio – TELL – y traducido al español por Ángel La Rosa)

Los niños pueden reaccionar a las situaciones traumáticas (tales como los recientes terremoto, tsunami y crisis nuclear), de muchas maneras diferentes. Los niños son muy sensibles y tienen dificultades para entender por qué ocurren dichos eventos. Para ellos puede resultar muy difícil superar experiencias atemorizantes. Y ellos observarán las reacciones de los adultos para hacerse una idea de cuán grave es la situación. Aquí los padres pueden ayudar mucho.

 Las reacciones más comunes para niños de cualquier edad:

  • Alteración del sueño, y pesadillas
  • Vigilancia extrema, y siempre alerta
  • Preocupación por su propia seguridad, la de su familia, amigos o mascotas
  • Hipersensibilidad a sonidos (sirenas, ruidos altos, objetos que se caen o rompen)
  • Temor a que ocurra otra tragedia
  • Merma de la concentración y la atención
  • Alejamiento de amigos, actividades sociales y de otro tipo
  • Se vuelven irritables y problemáticos
  • Molestias físicas (dolores de cabeza, estómago, etc.)
  • Reacciones fuertes a recordatorios de la tragedia (destrozos circundantes, noticias)
  • Dolor profundo y sentimiento de pérdida
  • Falta de interés por las actividades habituales

Los niños en edad preescolar (1-5) además pueden tener las siguientes reacciones:

  • Regresión a comportamientos de una edad más temprana (chuparse el dedo, mojar la cama, miedo a la oscuridad)
  • Temores nuevos (a personas extrañas, la oscuridad, animales o “monstruos”)
  • Revivir la tragedia mediante el juego
  • Llorar o demandar más cuidados de lo normal
  • Moverse alrededor sin rumbo, o permanecer inmóvil

Los niños de 6 a 11 años además pueden tener las siguientes reacciones:

  • Alejamiento de amigos y actividades sociales
  • dificultad para concentrarse
  • Aparición de temores infundados
  • Caída del rendimiento escolar
  • Sentimiento de responsabilidad por lo ocurrido
  • Sensación de letargo

Los adolescentes (12-17) además pueden tener las siguientes reacciones:

  • Revivir la tragedia como si fuera real
  • Caída en el rendimiento académico
  • Conductas riesgosas (ingerir alcohol, drogas, o hacer cosas dañinas para otros y para sí mismos)
  • Sentimiento de culpa por no haber sido capaz de evitar las heridas y muertes de los otros
  • Pensamientos depresivos y/o suicidas

Qué hacer para ayudar a nuestros hijos:

Reaccione con prudencia. Los hijos se guiarán por la conducta de sus padres y demás personas a cargo. Mantenga una actitud serena y apropiada emocionalmente. Mostrar mucha preocupación puede incrementar la ansiedad de su hijo.

Escúchelo. Permita al niño hacer preguntas y expresar sus preocupaciones. No cuestione sus sentimientos.

Responda de manera breve y honesta. Las explicaciones deben ser de acuerdo a la edad, y no demasiado detalladas. Si Ud. no sabe todas las respuestas, está bien admitirlo.

Limite la exposición del niño a las noticias. Proteja a su hijo de la cobertura mediática excesiva.

Haga que su hijo se sienta seguro. Dígale qué hacer durante una réplica, por ejemplo, y explíquele qué está haciendo Ud. para proteger a la familia. Esto tal vez deba hacerlo varias veces.

Mantenga las normas y las rutinas. Los niños se sienten más seguros si hay orden y disciplina. Si Ud. tiene dificultad para mantener las antiguas normas, establezca otras nuevas.

Preste atención a las conversaciones de adultos. Esté al tanto de lo que se habla. Los niños pueden malinterpretar lo que oyen, y atemorizarse sin motivo alguno.

Calme sus temores sobre la seguridad de sus amigos. Su comunicación con los amigos puede verse interrumpida por la tragedia, debido al cierre de la escuela y los viajes.

Estimule a su hijo a que ayude. Los niños superan más rápido los traumas cuando sienten que están ayudando. Busque la forma de que su hijo ayude (distribuyendo alimentos, etc.).

Sea paciente. Los niños pueden estar más distraídos y necesitar más atención de lo normal. Los recordatorios y una mayor atención resultan de gran ayuda.

Bríndele protección a la hora de dormir. Trate de pasar más tiempo con su hijo cuando vaya a la cama, leyéndole cuentos, por ejemplo. Probablemente necesitará dormir más cerca de usted por un tiempo.

Manténgase optimista. Aun en las situaciones más difíciles trate de mantener la esperanza en el futuro. Una imagen positiva y optimista ayuda a los niños a percibir las cosas buenas de la vida, a su alrededor. 

Si su hijo o algún otro familiar aun tiene dificultad para sobreponerse a lo ocurrido, por favor pida ayuda. Ud. Puede consultar a un profesional de la salud mental. A continuación encontrará un alista de servicios bastante útiles.

http://www.familylinks.icrc.org/wfl/wfl_jap.nsf/DocIndex/locate_eng?opendocument


Tragedia en Japón: cómo sobreponerse a eventos traumáticos

marzo 23, 2011

(Texto elaborado por el personal de la  línea telefónica de ayuda en inglés de Tokyo – TELL, en inglés – y traducido al español por Ángel La Rosa)  

General

Es natural y normal que todos y cada uno de nosotros tengamos reacciones emocionales a causa del terremoto, el tsunami y la crisis nuclear ocurridos recientemente en Japón. Los efectos van más allá de la devastación producida, y tienen un impacto emocional en las personas. Las alteraciones en el trabajo, las condiciones de vida, los estudios y las rutinas diarias añaden preocupación y estrés a la gente. Ayudar a las personas a entender cómo nos afectan los eventos traumáticos puede  permitirles recuperar nuevamente el control sobre sus vidas, perdido durante el desastre.

 Todos tenemos diferentes necesidades y diferentes maneras de enfrentar los desastres. La reacción más común es la vigilancia extrema, es decir, mostrarse exageradamente cauteloso y desconfiado sobre cualquier cosa. Otros pueden tender a aislarse, sin querer hablar sobre lo ocurrido. Pero, todos quienes presenciamos o experimentamos directamente un desastre somos afectados de algún modo por el mismo. Nadie permanece inmutable. De ahí que:

  • Es normal sentirse ansioso por su seguridad, la de sus familiares y amigos
  • Algunas personas pueden presentar dolores de cabeza, musculares o estomacales
  • Algunas personas pueden sufrir alteraciones en su patrones de sueño o comida
  • Algunas personas NO pueden concentrarse, pensar con claridad o tomar decisiones
  • Algunas personas pueden sentirse tristes, ansiosas, abrumadas o enojadas

 Todas estas son reacciones normales que, después de algún tiempo, cuando la vida vuelve a la normalidad, tienden a disminuir. Tenga presente que cuando Usted y su familia comienzan a reconstruir sus vidas, pudieran tener que lidiar con algunos de los siguientes factores estresantes:

Cambios personales y en las relaciones con otros

  • El cambio de hogar, trabajo o ingresos puede producir incertidumbre sobre el futuro.
  • Las relaciones pueden volverse tensas, ya que las emociones de todos se intensifican, y pueden aumentar los conflictos con las parejas y otros miembros de la familia.
  • Los problemas anteriores y el sufrimiento por pérdidas pasadas pueden resurgir.
  • Los individuos y las familias pudieran tener que vivir en lugares provisionales o con familiares y amigos, lo que afectaría las relaciones y los medios de sustento habituales
  • Los padres pudieran estar física o emocionalmente impedidos de cuidar a su hijos, o volverse sobreprotectores por su seguridad.
  • Los hijos pudieran mostrar algunos problemas de conducta, dependiendo de su edad, tales como dependencia y molestia excesivas, e imitarán la conducta de los padres.

 Alteraciones en el trabajo

  • La fatiga y el aumento del estrés pueden ocasionar un mal desempeño laboral.
  • Los conflictos con los colegas pudieran incrementarse, debido al estrés adicional.
  • Las empresas pueden verse obligadas a despedir a sus empleados, o a reducir las horas laborales y los salarios.
  • Los patrones de traslados diarios al trabajo pueden verse alterados
  • Quienes sufren alteraciones laborales pudieran perder su antiguo nivel de vida, lo que traería problemas financieros

 Cómo sobreponerse a los eventos traumáticos

Los eventos ocurridos recientemente nos confirman que no podemos controlar todo lo que ocurre en nuestras vidas. Pero hay cosas que nos ayudan a controlar el impacto emocional de dichos eventos.

  • Aceptar como normales sus sentimientos (y los de su familia) de tristeza, rabia, o profundo dolor, y permitirse la oportunidad de hablar sobre esos sentimientos. 
  • Tener un plan de emergencia puede ser tranquilizador, así como saber que Usted puede hacer algo en futuros eventos (como preparar un botiquín de emergencia, por ejemplo). 
  • Restablecer las rutinas hogareñas y diarias en general también es importante, limitando la exposición a noticias estresantes y las tareas muy exigentes. 
  • Retomar las actividades placenteras con la familia y los amigos.
  • Aceptar que otros miembros de la comunidad nos ayuden es beneficioso.
  • Hacer donaciones y ayudar a quienes resultaron directamente afectados.
  • Mantenerse saludable, comiendo comida sana y tomando suficiente agua.
  • Evitar cantidades excesivas de cafeína y alcohol.
  • Dormir, descansar y hacer ejercicios físicos suficientemente.
  • Mantener contacto con otras personas que hayan experimentado el evento.
  • Los adultos pueden ayudar a sus hijos y a otros niños a mantener condiciones seguras.
  • Aprender técnicas de reducción de estrés, tales como meditación y respiración.

 Si Usted, algún familiar o conocido aun tiene dificultades para enfrentar la situación, por favor pida ayuda. Usted puede consultar a un profesional de la salud mental. También puede solicitar ayuda al departamento de recursos humanos o al programa de asistencia al empleado de su empresa. A continuación encontrará una lista de servicios de asistencia bastante útiles:

http://www.familylinks.icrc.org/wfl/wfl_jap.nsf/DocIndex/locate_eng?opendocument


Crisis nuclear japonesa: Noticias para no alarmarnos

marzo 21, 2011

 

OMS: Alimentos contaminados no presentan peligro inmediato para la salud

(Artículo aparecido en CNN International, el 22  de marzo 2011, traducido al español por Ángel La Rosa)

http://edition.cnn.com/2011/WORLD/asiapcf/03/21/japan.nuclear.food/index.html?hpt=T2

El consumo de los alimentos contaminados por la radiación de la planta nuclear Fukshima No.1 no supone un peligro inmediato para la salud, enfatizó el lunes un portavoz de la Organización Mundial de la Salud.

Esa agencia de las Naciones Unidas inicialmente había informado que la situación era “más seria de lo que se pensaba”. Pero el portavoz Peter Cordingley explicó el lunes que dicha evaluación no se basó en los niveles de contaminación propiamente, sino en el hecho de que la radiactividad se detectó en alimentos encontrados má allá de los 30 kilómetros (18,6 millas) corresponsientes a la zona de evacuación.

“Es una nueva situación , y la estamos observando de cerca”, señaló Cordingley.

El lunes, las autoridades del poblado Iitake urgieron a los residentes a evitar el consumo de agua potable del grifo, ya que las pruebas mostraron que contenía más de 3 veces el estándar máximo de yodo radiactivo. El día anterior, se había hecho pública la prohibición gubernamental sobre la venta de leche no pasteurizada proveniente de la prefectura Fukushima, así como de la espinaca producida en la prefectura vecina Ibaraki.

Según la Oficina del Pirmer Ministro, el gobierno también prohibió la venta de leche y espinaca de algunos sectores de las prefecturas Gunma y Tochigi.

Funcionarios japoneses informaron haber encontrado yodo radiactivo en la leche de 4 localidades de Fukushima, con niveles que van desde un 20% por ecima del límite acceptable hasta más de 17 veces dicho límite. Las pruebas realizadas en una de las clocalidades arrojaron niveles de cesium aproximadamente 5% mayor que límite aceptable, informó el domingo el Ministerio de Salud.

En Ibaraki, un importante centro de producción vegetal, las pruebas conducidas en 10 localidades mostraron que la espinaca contenía niveles de yodo que oscilaban entre un 5% sobre los límites oficiales y más de 27 veces ese tope. En 7 lugares, los niveles de cesium aumentaron de un poco más de 4% a casi 4 veces el límite.

El jefe del gabinete, Yukio Edano, enfatizó que los niveles de radiación en los alimentos, aunque están por encima de los estándares oficiales, no presentan ningún peligro inmediato para la salud, y explicó que dichos niveles eran peligrosos sólo si los alimentos contaminados se consumían repetidamente a lo largo de toda la vida.

El gobierno compensará las pérdidas producidas por las restricciones, agregó Edano.

El agua examinada en Iitake contenía 965 becquerels por kilogramo, en comparación al límite oficial de 300 becquerels, informó en un comunicado el Ministerio de Salud. Un becquerel es la unidad de radiactividad del Sistema Internacional, equivalente a una trasformación nuclear por segundo.

Aunque en Iitake la gente fue exhortada a no tomar agua del grifo, Edano recalcó que no hay ningún problema en usarla con otros fines, como bañarse. Y añadió que “según alunos informes, actualmente el nivel de radiación está disminuyendo”.

Según el sitio Inernet de la Agencia Internacional de Energía Atómica, el agua analizada en otras jurisdicciones mostró menos signos de contaminación, con niveles muy por debajo de los límites establecidos por las leyes japonesas. La agencia de la ONU señaló que recibió informes del gobierno japonés, segun los cuales 6 de 46 muestras dieron positivo para el isótopo radiactivo de yodo-131.

Los isótopos de yodo y cesium se producen por la fisión nuclear en reactores como los dañados por el terremoto y subsiguiente tsunami que devastaron el Norte de Honshu, principal isla de Japón. Aunque el yodo-131 tiene una vida media de 8 días, la vida media del cesium-137 es de unos 30 años.

También se encontraron altos niveles de radiación en el agua de mar cercana a la planta. Así lo informó el martes el operador de la planta, Tokyo Electric Power Co., y agregó que los resultados no suponen una amenaza para la salud humana.

La compañía publicó en su sistio de Internet que el análisis de la radiación en el agua de mar detectó niveles de yodo-131 que son 126,7 veces más altos que los estándares gubernamentales, Las pruebas detectaron caesium-134 (el cual tiene una vida media de 2 años aproximadamente) unas 24, 8 veces mayor que el estándar oficial. El cesium-137 encontrado es 16,5 veces mayor que el límite.

La compañía eléctrica detectó dichos niveles el lunes en la tarde, en el agua de mar a 100 metros (328 pies) al sur de la planta de energía nuclear. Las partículas radiactivas se dispersan en el océano, y mientras más lejos de la costa se toma la muestra, menor debería ser la contaminación.

Debido a la inmesa capacidad de diluyente que tiene el océano, las posiblidad de que los peces de aguas profundas se contaminen es muy pequeña, explicó Murray McBride, profesor de la Universidad Cornell, experto en suelos y siembras.

La compañía eléctrica planea examinar el agua de mar nuevamente el martes.

Además de causar devastación en el noroeste de Japón, el terremoto de magnitud 9.0 y el subsiguiente tsunami dañaron seriamente varios reactores de la planta nuclear Fukushima No.1, lo que provocó la liberación a la atmósfera de cantidades no especificadas de susbstancias radiactivas.

Cordingley reconoció que el gobierno japonés está actuando “con suma precaución”.

Aunque inicialmente la preocupación se centraba en los alimentos dentro de un radio de 30 kilómetros, también estaban siendo afectadas las vacas (y la leche que producen) ubicadas más allá de esa zona, y la espinaca ubicada a 120 kilómetros.

“Hemos visto a los japoneses en las tiendas de abarrotes, revisando cuidadosamente de dónde provienen los productos. Pensamos que es lo correcto”, dijo.

Phil Knall, ressidente de Tokio, piensa que el asunto de la seguridad alimenticia durará más de lo esperado. “No parecer ser un problema de corto plazo”, dijo, “estoy realmente preocupado por los alimentos que saldrán de esa zona ahora. En verdad me preocupa”.

La decisión de prohibir la venta de esos productos posiblemente será otro duro golpe para esa región del noreste de Japón devastada por el terremoto y el tsunamai, y que está siendo afectada por el accidente nuclear.

Fukushima, al noreste de Japón, posee la cuarta mayor área de tierras cultivables, y está entre los mayores productores de frutas, vegetales y arroz. Por su parate, Ibaraki, al sur de Fukushima, provee a Tokio de una significativa cantidad de frutas y vegetales, es el tercer mayor productor de cerdos.

Para que la radiación en el arroz sea preocupante, tendría que ser más severa y prolongada que la observada hasta ahora, acotó McBride, el profesor de la Universidad Cornell.

En presencia de una radiación mucho más alta, las partículas radiactivas que caen del aire podrían contaminar el suelo, y las plantas podrían absorverla. La contaminación del suelo fue un asunto importantísimo durante la tragedia de Chernobyl, pero el problema de la radiación en la planta Fukushima No.1 no se acerca ni remotamente a ese caso, añadió.

“Nosotros no estamos en esa fase. Ese es el escenario que uno debería considerar si la contaminación fuera bastante más severa, apuntó, McBride.

Tras el desastre nuclear de 1986, en Chernobyl (entonces una parte de la Unión soviética), toneladas de alimentos debieron ser destruidas, debido a que las partículas radiactivas cayeron sobre grandes extensiones de tierra cultivada en Europa Oriental y Escandinavia.

El experto en higiene, Satoshi Takaya, quien en ese entonces colaboró con los científicos japoneses para impedir la entrada al país de alimentos contamidados, aclaró que la situación actual no se parece a la de Chernobyl. Pero dijo que seguramente sí afectará a los granjeros japoneses.

Por ejemplo, la presente crisis afectará el modo de vida de gente como Ukia Uchida, una señora de 82 años cuya familia ha cultivado la tierra en Shibayama por generaciones.

“Yo pensaba que hasta ahora aquí todo estaba bien”, manifestó la señora Uchida. “Pero es muy malo saber que aquí se encontró radiación”.        

   

¿Los alimentos contaminados con radiación presentan una amenaza para la salud?

(Artículo de Mizuho Aoki, articulista del Japan Times. Traducido al español por Ángel La Rosa http://search.japantimes.co.jp/cgi-bin/nn20110321a4.html )

El anuncio hecho el sábado, sobre la radiación encontrada en leche y espinaca producidas cerca de la planta Fukushima No.1, ha generado preocupación sobre la seguridad alimenticia.

Basado en los nuevos estándares gubernamentales adoptados tras la crisis nuclear, el jefe del gabinete, Yukio Edano, informó que los niveles de radiación en ambos productos no presentan un riesgo inmediato para la salud en caso de ser ingeridos, y pidió al público mantener la calma.

 ¿Cuánta radiación se detectó y por qué el gobierno puede decir que por ahora no hay peligro?

 Aquí hay algunas preguntas y respuestas sobre el riesgo de consumir alimentos contaminados con radiación.

 ¿Cuánta radiación se detectó, y qué significa ese hallazgo?

 La leche recabada el jueves en la población de Kawamata, prefectura de Fukushima, contenía 1.510 (mil quinientos diez) becquerels de yodo por kilogramo, cantidad unas 5 veces superior al nuevo estándar.

Si uno bebiera la leche contaminada por todo un año (basándonos en la cantidad promedio consumida por los japoneses, indicó Edano), la radiación total acumulada equivaldría a realizarse una tomografía. 

La espinaca proveniente de la prefectura Ibaraki contenía 15.020 (quince mil veinte) becquerels de yodo, unas 7 veces más que el estándar, pero sólo 524 becquerels de cesium, o sea apenas mayor que el estándar de 500 becquerels por kilogramo.

Según el gobierno, comer la espinaca contaminada todos los días durante un año sería lo mismo que recibir un quinto de radiación de una tomografía. 

 Michikuni Shimo, profesor invitado en la Universidad de la Salud Fujita, expresó que la gente no debería alarmarse por la radiación detectada en esos alimentos. Y si bien es mejor lavar los vegetales antes de comerlos, no hay razones uregentes para dejar de consumirlos, agregó.

 Por su parte, el Dr. Henry Duval Royal, radiólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, dijo a AP, “lo que más me preocupa es el miedo desproporcionado en relación al riesgo”.

¿Qué medidas tomó el gobierno?

El gobierno central está urgiendo a los gobiernos locales a monitorear los niveles de radiación en los alimentos perecederos, como vegetales y leche, así como en el agua potable, la carne y los huevos.

Los productos contaminados serán sacados del mercado.

 ¿Los alimentos contaminados por encima del nivel oficial son muy peligrosos para la salud?

 No necesariamente. Los estándares establecidos tras la crisis desatada en la planta nuclear Fukushima son sumamente estrictos, con un amplio margen de separación hasta el nivel que puede amenazar realmente la salud.

Los nuevos estándares se basan en las recomendaciones hechas por la Comisión Internacional para la Protección Radiológica, y en estudios sobre los efectos a largo plazo en las personas expuestas a la radiación tanto en Hiroshima como en Nagasaki. 

 “Exceder esos niveles no afecta inmediatamente la salud humana. Pero es mejor mantenerse vigilantes”, aconsejó el profesor Shimo. 

(Texto extraído del artículo para CCN International, «Durante la crisis el miedo grita y los hechos susurran» ,

edition.cnn.com/2011/WORLD/asiapcf/03/19/nuclear.radiophobia , traducido al español por Ángel La Rosa)

Dan Polanski, experto en armas de destrucción masiva, considera que en relación a la crisis nuclear japonesa, actualmente hay exceso de miedo y escasez de hechos.

«Al parecer, estamos programados para reaccionar con miedo frente a lo que no conocemos», explica Polanski, y añade, “En presencia de la radiofobia, la gente oye la palabra ‘radiación’ e inmediatamente imagina lo peor, que todos vamos a morir”. 

¿Cuáles son los hechos sobre el accidente nuclear japonés? Comparemos con Chernobyl.

En la antigua Unión Soviética, el personal que trabajaba en los reactores murió a las pocas semanas. En la fase final de la tragedia nuclear, la radiación alcanzó niveles de 6.000 (seis mil) milisieverts por hora. El nivel más alto en la planta Fukushima Daiichi ha sido de 400 milisieverts por hora, y fue en pleno centro del complejo nuclear.

Según la Asociación Nuclear Mundial, para sufrir malestares por radiactividad se requiere una exposición a 1.000 (mil) milisieverts por hora. Tras una exposición prolongada, los heroicos trabajadores que aun permanecen en la planta de Fukushima podrían enfermarse, dice Polanski, pero no morir. “La vida de los trabajadores no corre peligro. 400 milisieverts es un cifra atemorizante, pero no es en absoluto letal”, explica.

SOBRE LA RADIACIÓN ENCONTRADA EN ALGUNOS ALIMENTOS (POR FAVOR LEER EL SIGUIENTE ARTÍCULO DETALLADAMENTE PARA NO SACAR CONCLUSIONES APRESURADAS Y ERRADAS)   

El Ministerio de Salud de Japón está exhortando a los habitantes de una aldea en la prefectura de Fukushima a que no beban agua corriente porque el domingo se han detectado niveles de material radioactivo más altos. Sin embargo, según el mismo Ministerio, el beberla NO representa ningún riesgo inmediato para la salud. 

Para leer todo el artículo haga click en este enlace: http://www3.nhk.or.jp/nhkworld/spanish/top/news10.html

SOBRE LA TEMPERATURA DE LOS REACTORES

La temperatura superficial de reactores dañados se mantiene por debajo de los 100 grados

El ministro de Defensa de Japón anunció que la temperatura superficial de los 6 reactores de la Central Nuclear Fukushima Número Uno está por debajo de los 100 grados Celsius.

En una conferencia de prensa que ofreció el domingo, el ministro Toshimi Kitazawa afirmó que, según un experto de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón, se trata de un dato muy valioso porque el hecho de que la temperatura no llegue a 100 grados confirma la existencia de agua en las fosas de almacenamiento de combustible nuclear usado (…) El ministro de Defensa japonés agregó que lo tranquilizaba saber que la temperatura se había mantenido por debajo de 100 grados durante dos días, lo que seguramente, agregó, tranquilizará también al público.

Para leer todo el artículo haga click aquí: http://www3.nhk.or.jp/nhkworld/spanish/top/news03.html


La bendición de los cerezos

marzo 15, 2010

Hola, mis muy estimados Soleros. Quisiera saludarles en circunstancias más auspiciosas y no en momentos cuando la pandemia del Coronavirus está causando tanta tragedia a nivel mundial.

De hecho, siguiendo las recomendaciones  de las autoridades japonesas (mas bien blandas, en nuestra opinión), este año mi familia  y yo no realizaremos nuestro obligado «ritual» anual de contemplación de los cerezos en flor. Eso con el fin de evitar el riesgo de contagio.

Sabemos lo duro que es permanecer encerrados en casa por largo tiempo, y lo placentero que resulta disfrutar el florecimiento de los cerezales, pero desde SOL, los exhortamos encarecidamente a actuar con prudencia y a evitar grandes concentraciones de personas, como medida de protección contra el virus. Por ejemplo, una alternativa más segura sería asistir a lugares menos conocidos, poco concurridos, en horarios de baja afluencia. Muy temprano en la mañana por ejemplo.

El siguiente es un artículo «reciclado» – escrito en 2006 – que publico hoy nuevamente con la intención de transmitir, no triunfalismo, pero sí esperanza y solidaridad en nuestra batalla contra esta terrible pandemia.

Protéjanse, por favor.

Un abrazo,

Ángel La Rosa

 

Cerezo en flor

Picnic bajo un cerezo, abril 2007. Foto de Ángel La Rosa

(Escrito por Ángel Rafael La Rosa Milano, director-fundador de SOl,  en  septiembre de 2006)

Japón es uno de esos países que uno espera conocer algún día. En mi caso, por estar residenciado en China desde el año 2002, era sólo cuestión de organizarme para hacerle una visita a ese paradigma de gente amable, alta tecnología y cerezos. Pero, ni en mis sueños más fantásticos imaginé que mi primer viaje a tierras niponas sería para casarme con la mujer de mi vida. Así fue como el pasado mes de marzo viajé, en alas del romance, a la Tierra del Sol Naciente, para desposar a mi amada prometida japonesa, Michiyo.

A lo largo de mi vida he podido comprobar que el querer, en todas sus formas, tiene propiedades mágicas; funciona como una varita encantada que vuelve bonito todo lo que toca. Y esa magia de amor contribuyó, en gran medida, a la experiencia sin par que viví en Tokio.

Es sabido de todos que existen marcadas diferencias entre las culturas asiática y latina y, por ende, entre la japonesa y la venezolana. Por ello, a pesar de mi natural optimismo latino y mi confianza en la fuerza del cariño, no dejaba de inquietarme un poco el tan esperado encuentro con la familia de Michiyo. Ya ella me había advertido que sus padres son del tipo conservador; un tanto reservados, lo que contrasta con mi estilo más bien abierto y algo desenfadado. Pero, a pesar de todo, desde el mismo primer día, sus progenitores y su hermano me hicieron sentir como en mi casa; me brindaron calor de hogar. Y durante el mes que pasé entre los Mori, las distancias culturales se acortaron significativamente; nuestras diferencias se complementaron, generando una bonita y fructífera convivencia familiar intercultural.

Cerezo florecido

Cerezo florecido, abril 2007. Foto de Ángel La Rosa

Cuando relato esta experiencia única a mis familiares en Venezuela, y amigos en todo el mundo, para que me entiendan mejor les digo que el exquisito sushi y las pinturas tradicionales de mi suegra (que tiene ancestros samurais); los sabios consejos, el sake y las clases de kendo de mi suegro; las constructivas conversaciones con mi cuñado, y el amor de mi adorada Michiyo, me hicieron sentir como Tom Cruise en “El Último Samurai”.

Mi primer encuentro con Japón fue como una alucinación. Se combinaron mi embriaguez amorosa y la gran impresión que me causó Tokio con su ecléctica modernidad. Muchas cosas de esa deslumbrante metrópolis llamaron mi atención: el gran civismo de su gente, el contraste entre sus gigantes rascacielos y sus templos; la tolerante convivencia entre el conservadurismo y el más reciente liberalismo social japonés; la mezcla de candidez y desenfado de las adolescentes en super-mini faldas, y, por supuesto, su altísimo – pero afable – desarrollo.

La flor del cerezo

Bajo un florido cerezal, abril 2009. Foto de Ángel La Rosa

Sabía que la flor del cerezo es un símbolo nacional de Japón, y ya Michiyo me había hablado, con florecitas de contento en sus ojos, acerca de sus bonitos recuerdos de cerezos florecidos. Pero, algún día yo tenía que verlos, para entender realmente la devoción de los japoneses por este acontecimiento primaveral. La familia de mi esposa me explicó que, tal vez, los cerezos florecerían para principios de abril. Y yo tenía boleto de regreso a Beijing para el 30 de marzo. ¡Lastima! Durante mi estancia de un mes en Tokio percibí que éste es un es un hecho importante en la vida de los japoneses, quienes aguardan con ansia la llegada de ese obsequio de la primavera. Semanas antes, se muestran alegres y animados, recordando a cada instante que se acerca el tan esperado momento. Michiyo y su familia me contagiaron su entusiasmo; yo también quería ver florecer los cerezos. Pero, para entonces, ya yo estaría de regreso en China.

Contemplación del Cerezo, Tokio

Contemplación del cerezo, abril 2008. Foto de Ángel La Rosa

Curiosamente, esta primavera ocurrió algo inesperado: ¡los cerezos florecieron antes de tiempo! Fui privilegiado al poder disfrutar de ese maravilloso espectáculo natural, deleite para la retina y el espíritu. Un acontecimiento cultural único, los cerezos en flor son para los japoneses no sólo una primorosa manifestación de la primavera; simbolizan, sobre todo, la renovación del espíritu; anuncian tiempos felices. Durante dos semanas, nada más, la endiosada flor del cerezo comparte sus divinos encantos con los mortales, así que los japoneses disfrutan intensamente, dichosos y agradecidos, ese efímero regalo de los dioses. Los residentes de Tokio, en particular, contemplan extasiados los cerezos que embellecen las avenidas de la ciudad; realizan todo tipo de actividades culturales alusivas al florido evento; organizan celebraciones familiares; visitan parques para tomarse fotos, y para tomar té y sake tumbados a la plácida sombra de un frondoso cerezal. Así, pues, constaté que en tierras niponas los cerezos florecen por doquier, pero descubrí que sus flores abren, principalmente, en el jardín que hay en el corazón de todos sus habitantes.

Este mi primer viaje a Japón fue mágico, sin duda. Me casé con la mujer de mi vida, que espera un hijo de nuestro amor; conocí a mi bonita familia japonesa y pasé con ellos unas vacaciones perfectas. Cualquier cosa que yo pueda decir aquí no haría justicia a esa gran experiencia. Así que para finalizar, sólo diré que me gusta pensar que esta primavera en Tokio, los cerezales florecieron anticipadamente para mí, como un pequeño milagro de amor, en señal de que mi matrimonio con mi adorada esposa Michiyo; nuestro bebé en camino, y la unión de nuestras familias fueron bendecidos por el cielo con las hermosas flores del cerezo.

Contemplación del cerezo

Contemplación del cerezo, abril 2007. Foto de Michiyo