ANÉCDOTAS DE MI PAPÁ: «La contradicción en pasta»

octubre 6, 2016

Esta anécdota, de cuando fui con mi papá al mismísimo Dodger Stadium a ver a los mismísimos Dodgers de los Ángeles, la recordé hoy (jueves, 1 marzo, 2016), precisamente mientras veía un juego de Grandes Ligas por televisión.

Eso fue por allá por el 77, si no me equivoco. A mis 11 años. Entonces, mis padres y los 3 hermanos estábamos pasando las vacaciones escolares de julio-agosto junto a una entrañable tía materna y su esposo, quienes, por aquellos días, residían en California por motivos de estudio.

Para venezolanos aficionados al beisbol como mi papá y yo, aquella era, definitivamente, una actividad obligatoria dentro del plan vacacional.

Pero lo que quiero resaltar de aquella bonita experiencia no es el tremendo juego de pelota que vimos (Dodgers vs. Astros, incluida la emocionante aparición del legendario hitiador venezolano Víctor “Vitico” Davalillo), sino el proverbial carácter contradictorio de mi padre, el cual, durante el partido, salió a relucir en todo su esplendor. Ese mismo carácter que lo empujaba a librar innumerables batallas “solo contra el mundo”; el que lo hacía responder automáticamente “no” a una petición de sus hijos (aunque nosotros esperábamos tranquilos a que un minuto después nos diera su aprobación); el que, en ocasiones, exasperaba a mi mamá de tal forma que la hacía decirle: “¡Ángel La Rosa, tú eres la contradicción en pasta!”

Pero, aquel temperamento contradictorio que, elevado a su máxima expresión, causaba no pocas molestias a la gente, podía ser también, en muchos casos, motivo de diversión para los involucrados, como, en efecto, ocurriría aquella vez.

En uno de los más grandes templos del beisbol, el legendario Dodger Stadium, atestado de furibundos seguidores, y donde los amos y señores de aquel feudo se batían en duelo con uno de sus más asérrimos rivales de entonces, a mi padre se le ocurrió la original idea de ¡hacerle barra a los Astros de Huston! Así mismo como se lo estoy contando.

Algo preocupados, mi tío político y yo le pedíamos repetidamente a mi papá que moderara su efusividad, pero, al final, aquel temerario comportamiento resultó tan cómico que nos hizo reír muchísimo, ¡y a los fanáticos angelinos que nos rodeaban tambien!

Como Ustedes imaginarán, mi ocurrente padre en realidad no era ni remotamente fanático de los Astros. Por el contrario, él simpatizaba con los Dodgers porque eran un equipo popular en Venezuela, por la presencia del Venezolano Davalillo, y porque ese año eran fuertes candidatos a llegar a la Serie Mundial, como efectivamente lo harían.

Ese día mi papá sencillamente vio la oportunidad perfecta de divertirse y divertir a los demás llevándoles la contraria. ¡Y lo logró con creces!

Bendición papá. Siempre gracias por tantos bonitos recuerdos.

Ángel